REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

EN SU NOMBRE:
JUZGADO DEL MUNICIPIO ANTONIO JOSE DE SUCRE
DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ESTADO BARINAS

Socopó, 11 de Marzo de 2010.-
199° y 151°


DEMANDA N° 240-10

Visto el escrito de fecha 08 de Marzo del 2010, presentado por los ciudadanos VÍCTOR MANUEL OMAÑA RUIZ Y VIRGELINA GALVIS, venezolanos, mayores de edad, titulares de las cédulas de identidad Nros. V-9.207.687 y V-14.378.123 respectivamente, domiciliados en la población de Batatuy, del Municipio Antonio José de Sucre del Estado Barinas, civilmente hábiles, asistidos por la abogado en ejercicio Nelly del Carmen Hernández Hernández, venezolana, mayor de edad, titular de la cédula de identidad N° V- 11.047.616, e inscrita en el Inpreabogado bajo el Nº 70.728, parte solicitantes, mediante el cual han convenido formalmente de mutuo y amistoso acuerdo en partir y liquidar los bienes adquiridos durante el matrimonio, la cual quedo disuelto mediante Sentencia dictada por este Juzgado en fecha 27 de Noviembre de 2009; el ciudadano VÍCTOR MANUEL OMAÑA RUIZ , adjudicara la plena y exclusiva propiedad del 100% de una casa de habitación familiar construida en paredes de bloque, piso de cemento, techo de acerolit y cielo raso de machihembrado, puertas de madera, dividida en tres (3) habitaciones, sala, cocina, comedor, dos (2) baños, lavadero, garaje y porche, perforación bomba eléctrica y un Local Comercial que mide (8x10 mts), construido con paredes de bloque, techo de acerolit, piso de cemento, puerta de hierro, dentro de una extensión de Terreno de (15 mts) de frente por (20 mts) de fondo, ubicado en la carrera 1 con calle 5, casa N° 45, de la población de Batatuy, Municipio Antonio José de Sucre del Estado Barinas, valorada en la cantidad de CIENTO CINCUENTA MIL BOLIVARES (Bs. 150.000,00); y la ciudadana VIRGELINA GALVIS , adjudicara la plena y exclusiva propiedad del 100% de una casa de habitación familiar construida en paredes de bloque, piso de cemento y cerámica, techo de acerolit y machihembrado, puertas de madera, dividida en tres (3) habitaciones, sala, cocina, comedor, un (1) baño, lavadero, garaje y porche, ubicado en la carrera 1 con calle 5, casa N° 45, de la población de Batatuy, Municipio Antonio José de Sucre del Estado Barinas, valorada en la cantidad de CIENTO CINCUENTA MIL BOLIVARES (Bs. 150.000,00): el tribunal a los fines de proveer sobre lo solicitado, pasa a emitir su pronunciamiento de la siguiente forma:
En materia de comunidad pudiera afirmarse que existen tres clases de partición: a) La judicial contenciosa, regulada en el artículo 777 y siguientes del Código de Procedimiento Civil; b) la judicial no contenciosa, prevista en los artículos 1.069 a 1.082 del Código Civil y c) la extrajudicial o amistosa contemplada en los artículos 1.066 del Código Civil y 788 del Código de Procedimiento Civil.
En el caso de autos, tenemos que el presente asunto, versa sobre una solicitud de homologación de la partición de bienes habidos en la comunidad conyugal, de manera amistosa, sin existir un juicio pendiente, esto es, en forma autónoma, en razón, de que, en fecha 27-11-2009, este juzgado, declaró “CON LUGAR la pretensión solicitud de DIVORCIO propuesta por los ciudadanos VÍCTOR MANUEL OMAÑA RUIZ Y VIRGELINA GALVIS y así declara disuelto el vínculo matrimonial que por ante la PRIMERA Autoridad Civil del extinto Municipio Ticoporo, Distrito Pedraza, hoy Municipio Antonio José de Sucre del Estado Barinas, celebraron los mencionados ciudadanos el día 02-05-1.985 ”, la cual, fue declarada definitivamente firme, por auto de fecha de 07-12-2009, ordenándose su ejecución.
Así las cosas, es oportuno mencionar que la disolución del matrimonio extingue la comunidad conyugal, sustituyéndola a su vez a una comunidad ordinaria sobre todos los bienes que pertenecieron a la misma. Los ex-cónyuges quedan como copropietarios de esos bienes comunes en la misma proporción que les correspondía anteriormente, y, consiguientemente y por accesión, de las utilidades, rentas e intereses que éstos produzcan, mientras no se realice la liquidación y división de la comunidad ordinaria.
Ahora bien, en el caso de marras, tenemos que, ambos cónyuges han decidido de mutuo acuerdo disolver la comunidad de gananciales habida durante el tiempo que duró el matrimonio, expresando los términos en que se adjudican los bienes que la conformaron.
En este orden de ideas, es bueno señalar que, el artículo 173 del Código Civil, establece lo siguiente:
“La comunidad de los bienes en el matrimonio se extingue por el hecho de disolverse éste o cuando se le declare nulo. En este último caso, el cónyuge que hubiere obrado con mala fe no tendrá parte en los gananciales. Si hubiere mala fe de parte de ambos cónyuges, los gananciales corresponderán a los hijos, y sólo en defecto de éstos, los contrayentes”.
También se disolverá la comunidad por la ausencia declarada y por la quiebra de uno de los cónyuges, y por la separación judicial de bienes, en los casos autorizados por este Código”.
La norma antes citada, así como el artículo 186 ejusdem, son consecuencia del artículo 148 del mismo texto legal, el cual establece: “que entre marido y mujer - salvo convención en contrario - son comunes de por mitad, las ganancias o beneficios que se obtengan durante el matrimonio”.
Al respecto, el doctrinario Ricardo Henríquez La Roche, nos refiere en sus comentarios al Código de Procedimiento Civil, que “Esta partición amigable tiene fundamento en el poder negocial de las partes respecto a bienes de los cuales ellos son condueños. “La razón de esta libertad hallase justamente en que la comunidad presenta, desde el punto de vista social y económico, inconvenientes que una larga experiencia ha revelado: es desde luego –siguiendo a Baundry-Lacantinerie- un manantial de querellas: discordias solet parere comunio (discordias suelen preparar comunidades), y estas discordias son tanto más lastimosas –expresa Ramírez- cuanto que estallan entre los miembros de una misma familia. Y como la indivisión es un obstáculo a la buena administración de los bienes y una traba a la libre circulación de los mismos, la ley la ve con malos ojos, por exhibirse contraria al interés general ”.
Así las cosas, nuestro Código Civil, al tratar sobre la disolución y liquidación de la comunidad conyugal, en la segunda parte, sección segunda, capítulo XI del Título IV, Libro Primero, específicamente en su artículo 183, dispone que en todo lo relativo a la división de la comunidad que no este determinado en ese Capítulo, se observará lo que se establece respecto de la partición. Ciertamente, entre las normas relativas a la partición, establecidas en nuestro Código de Procedimiento Civil, el artículo 788, prevé “Lo dispuesto en este Capítulo no coarta el derecho que tienen los interesados para practicar amigablemente la partición; pero si entre los interesados hubiere menores, entredichos o inhabilitados, será necesaria la aprobación del Tribunal competente.
De tal manera, siguiendo esta jurisdicente la normativa arriba explanada, debido a que la presente partición amigable se ha realizado de conformidad con la Ley Procesal; en efecto, las partes tienen capacidad para disponer de la cosa comprendida en la partición realizada, y por cuanto no es contrario al orden público, ni a alguna disposición expresa de Ley, en virtud de lo cual, es forzoso, homologar en el dispositivo del presente fallo la partición amistosa en comento. Así se establece.-

DISPOSITIVO:

Por los razonamientos antes expuestos, este Juzgado del Municipio Antonio José de Sucre de la Circunscripción Judicial del Estado Barinas, en nombre de la República Bolivariana de Venezuela y por autoridad de la Ley, HOMOLOGA la partición amistosa en los mismos términos y condiciones antes expuestas, todo ello de conformidad con lo previsto en el artículo 173 del Código Civil en concordancia con el artículo 788 del Código de Procedimiento Civil.-
La Juez Provisorio,

Abg. Yenny Reverol Zambrano.-


La Secretaria

Abg. Liliana Camacho








YRZ/nrc
Demanda N 240-10